Son un recurso peligroso para
eliminar peso. El abuso de derivados anfetamínicos para reducir el apetito
puede tener consecuencias fatales para la salud, ya que estos preparados, que a
veces anuncian como "mágicos", contienen sustancias peligrosas y
además lo único que consiguen es un efecto rebote, pues el peso perdido se
recupera a un ritmo vertiginoso.
A pesar de
las advertencias de las autoridades sanitarias, en muchos países se siguen
consumiendo derivados anfetamínicos para reducir el apetito y, en consecuencia,
para perder peso de una manera rápida. Sin embargo, hay que recordar que la
ingesta de estos productos, descritos por nutricionistas y
endrocrinólogos como anorexígenos, puede tener consecuencias muy graves para la
salud.
En la preparación de estos productos, se suelen mezclar las anfetaminas con otras drogas de amplio espectro y potencialmente peligrosas para el bienestar de quien los toma.
Entre las sustancias dañinas desaconsejadas por las autoridades sanitarias en los distintos protocolos, y que a veces se venden como "fórmulas mágicas", figuran las hormonas tiroideas y los diuréticos.
En la preparación de estos productos, se suelen mezclar las anfetaminas con otras drogas de amplio espectro y potencialmente peligrosas para el bienestar de quien los toma.
Entre las sustancias dañinas desaconsejadas por las autoridades sanitarias en los distintos protocolos, y que a veces se venden como "fórmulas mágicas", figuran las hormonas tiroideas y los diuréticos.
Estos productos,
logran en la mayoría de los casos que quien las toma pierda peso en pocos días,
aunque ese peso perdido se recupera muy rápidamente en cuanto deja de ingerirse
estas píldoras, por lo que a menudo se produce un efecto rebote que puede
resultar devastador para el organismo.
Son numerosos los países en los que se han dictado normas severas para retirar del mercado este tipo de productos, pero al no haber homogeneidad y como estas fórmulas mueven grandes cantidades de dinero, existen circuitos en distintos lugares del mundo donde laboratorios tanto legales como clandestinos fabrican los derivados anfetamínicos en cuestión.
En Estados Unidos, las autoridades de algunos estados han iniciado una lucha contra el tráfico ilegal de estas sustancias que, por otro lado, pueden provocar un comportamiento eufórico y violento entre sus consumidores.
Si lo que queremos es adelgazar, debemos de seguir una dieta equilibrada y no recurrir a estes "inútiles" productos.
Son numerosos los países en los que se han dictado normas severas para retirar del mercado este tipo de productos, pero al no haber homogeneidad y como estas fórmulas mueven grandes cantidades de dinero, existen circuitos en distintos lugares del mundo donde laboratorios tanto legales como clandestinos fabrican los derivados anfetamínicos en cuestión.
En Estados Unidos, las autoridades de algunos estados han iniciado una lucha contra el tráfico ilegal de estas sustancias que, por otro lado, pueden provocar un comportamiento eufórico y violento entre sus consumidores.
Si lo que queremos es adelgazar, debemos de seguir una dieta equilibrada y no recurrir a estes "inútiles" productos.
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