viernes, 2 de noviembre de 2012

La manipulación de los alimentos

Las organizaciones sanitaria insisten mucho en la seguridad de los alimentos. Esto es debido a que los cuadros de enfermedades derivadas de la manipulación de la comida son frecuentes y, a veces, graves.

En uno de los blogs anteriores podemos ver los principales microorganismos causantes de la mayor parte de las patologías producidas por una mala higiene alimentaria.
La seguridad de los alimentos va a depender de toda práctica que se produzca en toda la cadena alimentaria, desde la producción hasta el plato. Sin embargo, donde son más frecuentes son en la preparación, la conservación y la manipulación.
Con respecto a esta última práctica, es necesario llevar a cabo buenas prácticas. El manipulador debe cuidar las prácticas higiénicas, lavándose las manos con frecuencia. Si se posee alguna herida en la mano, ésta debe de estar cubierta por un apósito impermeable. También se debe usar ropa distinta mientras se lavan los alimentos, lavando con frecuencia delantales y paños (se recomienda el uso de papel de cocina en lugar de éstos).
No se debe tampoco comer ni fumar mientras se preparan los alimentos, y si se posee una intoxicación se debe evitar el hacerlo.
En centros de restauración se tienen que establecer unas reglas muy estrictas para los trabajadores que realizan esta manipulación.
Para ello los trabajadores deberán asistir a cursos sobre la manipulación de los alimentos.


La OMS (Organización Mundial de la Salud) recomienda:

  • Lavar las manos antes de la preparación y con frecuencia durante el proceso.
  • Lavar las manos después de ir al baño.
  • Lavar y desinfectar las superficies y los utensilios que se hayan utilizado.
  • Proteger los alimentos y la zona de preparación de las comidas de insectos o otros animales.
  • Mantener y conservar los alimentos crudos separados de los cocinados en cocina, despensa, armarios y nevera.
  • Utilizar utensilios distintos para los crudos y los cocinados, o lavarlos después de usar cada uno de ellos.
  • Asegurar una cocción completa de los alimentos, especialmente en huevos, pollos, carnes y pescados.
  • Recalentar los alimentos después como mínimo a 70 ºC.
  • No dejar los alimentos a temperatura ambiente más de dos horas. Meterlos en la nevera si no se van a comer inmediatamente después de su preparación.
  • Descongelar los alimentos en la nevera y no a temperaura ambiente.
  • No guardar los alimentos durante mucho tiempo.
  • Leer atentamente y hacer caso a requisitos de conservación y fechas de caducidad.


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