sábado, 17 de noviembre de 2012

Menos obesidad en niños si cocina la madre.


La Universidad de Granada ha hecho un estudio sobre los hábitos a la hora de alimentarse en niños, descubriendo que aquellos que lo hacen de menús elaborados por sus madres, padecen menos obesidad que los que comen menús preparados por otra persona.

La UGR, en un comunicado, nos dice que, al parecer, no hay nadie mejor que la madre para saber qué le conviene al niño, ya que la madre suele ser la que mejor conoce las necesidades alimentarias de sus hijos y es la mejor preparada para la elaboración y el mantenimiento de una óptima alimentación familiar.

Los investigadores han trabajado con una muestra de 718 menores de entre 9 y 17 años de tres centros escolares, privados y públicos, de su provincia.

Se valoraron variables como el peso, la talla y el índice de masa corporal (IMC) según edad y sexo. Además de ello se valoraron los pliegues cutáneos tricipital, bicipital, subescapular, suprailíaco, el pliegue del muslo y el de la pantorrilla. Además, se midieron los cuatro perímetros corporales correspondientes a la cintura, cadera, brazo y muslo.

La otra parte de medición consistía en analizar cómo influía el entorno familiar, para lo cual utilizaron un cuestionario en el que se recopilaba información sobre este, la frecuencia de consumo de ciertos alimentos y la actividad física realizada.

Las conclusiones revelan que existe una relación entre practicar un ocio sedentario y un valor más alto de IMC, ya que a mayor número de horas de actividades como ver la televisión, jugar a videojuegos o navegar por Internet, aumentaba exponencialmente.

Por tanto, los científicos extraen de estos datos que existe la necesidad de fomentar una vida saludable entre las familias, sin olvidar el ejercicio físico a través de otros juegos más clásicos

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