La compra:
Por otra parte, cada alimento debe estar correctamente etiquetado (esto es obligatorio en la Unión Europea), de forma que aparezcan datos del mismo, así como su origen, composición, fechas de consumo...
La conservación:
También hay que tener especial cuidado en cosas como que el frigorífico funcione correctamente y que sus condiciones sean las adecuadas en cuanto a limpieza y espacio entre los productos, separando los crudos de los cocinados.
No se debe ubicar los productos químicos como los de limpieza en despensass o armarios, así como utilizar envases de alimentos para guardarlos.
Los armarios, utensilios o superficies empleados en la conservación han de estar perfectamente limpios y desinfectados, aireados y protegidos de animales.
Los cubos de basura han de estar cerrados y tienen que ser de material impermeable, y no se pueden manipular mientras se manipulan los alimentos.
El transporte:
Estas medidas describen tanto la temperatura a la que debe ir cada alimento como datos sobre cómo deben de ir según el tipo que sea. Estas medidas fueron reflejadas en un Acuerdo creado en Ginebra en 1970, y toda empresa de transporte debe trabajar de acuerdo a ellas.
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