martes, 13 de noviembre de 2012

Buenos hábitos para evitar y detectar trastornos de la alimentación.




Cada vez son más los adolescentes que presentan síntomas de trastornos alimentarios, y tratan de evitar subir de peso efectuando una actividad física compulsiva, o dejando de comer adecuadamente.

 La búsqueda de una imagen corporal que encaje con los modelos de este mundo, les obliga a luchar y dañar su autoestima comparándose con personas "no reales". Si desde niños involucramos a nuestros hijos en la preparación de la comida y les enseñamos a reconocer imágenes corporales realistas podremos mejorar su desarrollo mental y fomentar en ellos hábitos que les serán útiles a lo largo de la vida. Parece difícil pero si  planificamos la alimentación de nuestro hogar, podemos al mismo tiempo garantizar una buena salud y ayudarles a consumir alimentos saludables.

No todos los niños/jóvenes  son iguales en cuanto a su constitución, pero pueden crecer saludablemente si comen los alimentos correctos y hacen  ejercicio. Para ayudarles a comer saludablemente:
- Enseña a los niños a comer cuando tienen hambre y no por razones emocionales. 
- Hazles saber que no hay ninguna buena razón para pasar hambre. 
- No destaques siempre el peso o la imagen de un niño, ni te quejes de su tamaño. 
- Haz un plan de comida sano y asegura un entorno rico en frutas y verduras en tu hogar.

Como saber si un joven está en peligro:


Podrás observar indicios de que algún joven cercano pueda padecer un trastorno alimenticio (anorexia, bulimia...) cuando cuente obsesivamente las calorías de lo que come, coma solo alimentos bajos en grasa o alimentos dietéticos, vaya al baño inmediatamente después  de comer, diga siempre que está gordo/a cuando en realidad ocurre todo lo contrario, abuse de laxantes, se pese constantemente y haga ejercicio en exceso.

Además de este problema, también están los que padecen de atracones, rechazo a la comida, fobias alimentarias y síndrome de alimentación selectiva.

Los trastornos alimenticios  también pueden derivar de una profunda necesidad de sentirse aceptado o reconocido en su entorno. Cuando sospechemos que hay motivos para ello, es bueno proporcionarle al joven/adolescente el apoyo necesario, prestándonos a escucharle y  apoyarle en lo que necesite.

Cabe recordar que el crear unas prácticas saludables de alimentación en el hogar desde niños, ayudara a prevenir trastornos alimenticios futuros.

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