Dos científicos coreanos, Soo-Jong Um y Ji-Cheon Jeong, descubrieron -ya hace tiempo- que realmente este fenómeno sí sucede, y es que la pimienta negra (Piper Nigrum) consigue reducir los niveles de grasa contenidos en nuestra sangre.
Ahora, en un artículo que han publicado en la revista Journal of Agricultural and Food Chemistry nos explican cómo funciona la pimienta en su efecto reductor de la grasa a nivel molecular. Atribuyen este suceso a la piperina.
La piperina es el compuesto a través del cual el condimento citado anteriormente recibe su particular sabor, bastante picante. Es un alcaloide que interfiere con la actividad de los genes que controlan la formación de nuevas células grasas. Así, se desencadena una reacción metabólica en cadena que permite mantener la grasa bajo control.
El uso de extractos de pimienta negra, sugieren los autores, podría ayudar a combatir la obesidad y otras enfermedades relacionadas, y cabe destacar que también se había utilizado para tratar la gonorrea y la bronquitis crónica antiguamente.
Para más información:
Aquí podéis encontrar más información acerca de esta especia.
En esta otra recetas para la elaboración de platos que la contengan.
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