También se
produce este cambio por la falta de algunos nutrientes que influyen en el
correcto funcionamiento de nuestro sistema nervioso. Una alimentación
desequilibrada puede producir carencias específicas de vitaminas o minerales
que se manifiestan mediante síntomas o sensaciones como apatía, desgana,
irritabilidad, nerviosismo, cansancio, falta de atención, fallos de memoria, de
concentración e incluso depresión. Por ello es recomendable el manejo de dietas
equilibradas, para que las ingestas mínimas recomendadas de estos nutrientes
sean respetadas.
La principal
fuente de energía del cerebro es la glucosa. Para conseguir un nivel de glucosa
constante en sangre debemos consumir con la frecuencia adecuada alimentos ricos
en hidratos de carbono como arroz, pasta, legumbre ó patata. Una hipoglucemia mantenida puede ser la causa
del nerviosismo, la irritabilidad ó el cansancio.
Iniciar una
dieta equilibrada, siempre conlleva un cambio de hábitos y algunas renuncias.
Esto puede generar ansiedad, y por eso es importante trabajar la
motivación y aprender técnicas para controlar las situaciones de riesgo.
Seguiremos de cerca este blog :) Si necesitáis algo estamos en Facebook y Twitter.
ResponderEliminarFUNDACIÓN ABB
De acuerdo, muchas gracias :)
ResponderEliminar