La obesidad es un problema que está ligado a la educación y al nivel socioeconómico. En las sociedades desarrolladas, la gente con un mayor nivel cultural y mayores recursos económicos tiene un índice de obesidad más bajo que las capas más desfavorecidas. Teniendo en cuenta la actual crisis económica, los expertos en nutrición temen que esta tendencia se acentúe todavía más y se sigan una dieta más desequilibrada.
Se dan varias circunstancias para que los niveles obesidad aumenten:
- Muchas familias, ante la escasez de recursos económicos, suelen optar por comprar alimentos más económicos. Se tiende a comer alimentos baratos que suelen ser los más calóricos, como la pasta, el arroz o el pan, y la comida basura. Se consumen menos productos frescos como fruta, verdura o pescado. Algunos estudios muestran que la presión económica está incrementando el consumo de "fast food", ya que los precios más reducidos que ofrecen representan una buena solución para aquellas personas que buscan ahorrar.
- Debido a la crisis también hay un aumento de los problemas emocionales y de adaptación psicológica. La inseguridad económica nos conduce al sobrepeso. Una de las supuestas causas es que para combatir la ansiedad, se tiende a comer más y de forma compulsiva.
- La falta de recursos también influye de forma negativa en la práctica de ejercicio físico. Esto es debido a que en época de crisis se tiene menos tiempo para hacer ejercicio físico o menos dinero para pagarse un gimnasio. Por otra parte, las personas que no trabajan también pueden seguir un estilo de vida mucho más pausado y sedentario.
Así pues, debemos ser muy cuidadosos con nuestros hábitos y estilo de vida siempre, pero especialmente en situaciones como la actual. Como siempre, las recomendaciones son comer bien, de forma sana y equilibrada, y hacer ejercicio de forma regular.
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