Las bebidas gaseosas se consumen en grandes
cantidades en todo el mundo, especialmente en occidente. Su gran consumo de
debe principalmente a la inmensa campaña promocional que las industrias imponen
en la sociedad y al desconocimiento por parte de esa sociedad de los efectos
adversos que trae el consumo de estas bebidas para nuestro organismo.
Debemos de conocer el efecto de sus ingredientes y
no permitir que esta bebida remplace nutrientes naturales de una dieta, dado
que puede tener efectos sobre nuestra salud.
El gas de estas bebidas produce una cierta distensión gástrica por lo que el apetito disminuye y ello da lugar a un menor consumo de alimentos realmente necesarios para la salud.
El gas de estas bebidas produce una cierta distensión gástrica por lo que el apetito disminuye y ello da lugar a un menor consumo de alimentos realmente necesarios para la salud.
Estas bebidas presentan un pH promedio de 3,4. Un
nivel ácido tan fuerte puede afectar a todo el organismo, puesto que la
acidificación celular se ha relacionado científicamente con numerosas
enfermedades tales como el cáncer.
Estas bebidas son una de las principales fuentes de
azúcar añadida, por lo tanto un excesivo consumo de estas bebidas aumentan el
riesgo de todo un conjunto de enfermedades, en particular la obesidad. Este
consumo excesivo de azúcar puede causar cambios bioquímicos, más
específicamente en la secreción de la hormona insulina, y puede llevar
rápidamente a un aumento de peso. Estos elevados niveles de insulina pueden
aumentar el riesgo, a largo plazo, de otras patologías tales como la diabetes
de tipo II. Además el azúcar es un ladrón de vitaminas, por lo que la falta de
estos nutrientes puede acarrear graves consecuencias para la salud, tales como
trastornos psíquicos y de memoria, alteraciones en el metabolismo del sistema
nervioso y trastornos de la respiración celular entre otros.
Los acidulantes presentes en estas bebidas,
dificultan la absorción y fijación del calcio, pudiendo ocasionar una
desmineralización de los huesos.
Entre los aditivos de las bebidas gaseosas que
pueden provocar alergias y otras afecciones hepáticas, encontramos
frecuentemente la cafeína que estimula el sistema nervioso central, aumenta el
estado de vigilia, acelera el ritmo cardíaco, etc.
Además de todas las enfermedades mencionadas
anteriormente, un excesivo consumo de este tipo de bebidas puede producir también
osteoporosis, caries dental, enfermedades cardíacas, alteraciones renales, etc.
Por lo tanto se recomienda un consumo moderado de estas bebidas.
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