En la sociedad de hoy en día estamos viendo niños cada vez mas pequeños
afectados por los desordenes alimenticios.
La exigencia en los alimentos es normal en
los niños, pero un trastorno de alimentación infantil es un problema mucho más
grave que puede afectar el desarrollo físico y mental de un niño,
según dicen los expertos.
Se estima que el 40% de los niños de nueve años ya han hecho dieta y niños
de cuatro y cinco años están expresando la necesidad de hacerla. Los trastornos
alimenticios son más peligrosos en los niños que en adolescentes y adultos, ya
que pueden impedir el crecimiento permanente y el proceso del desarrollo normal
Los niños
con un trastorno de alimentación infantil pueden consumir sólo tres o cuatro
tipos de alimentos y rechazar grupos enteros de alimentos, lo que significa que
no reciben suficientes calorías y nutrientes para el crecimiento y desarrollo
saludables.
Algunos niños con trastornos de alimentación pediátricos tienen aversión a
ciertas texturas y colores, mientras que otros niños tienen dificultad para
alimentarse por sí mismos debido a un problema médico, psicológico o de desarrollo.
Las
investigaciones sugieren que hasta un 10%
de los lactantes y los
niños tiene un trastorno de la alimentación infantil.
Los síntomas comunes de un trastorno de la alimentación infantil son los
siguientes:
-
Un cambio repentino en los hábitos alimenticios que
duran más de 30 días.
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Ahogo o tos durante las comidas.
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Fatiga inexplicable y pérdida de energía.
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Un comportamiento perturbador durante las comidas.
-
Retraso en el desarrollo de habilidades necesarias para
la auto-alimentación o consumir más texturas.
El
diagnóstico precoz y el tratamiento de los trastornos de alimentación
pediátricos son cruciales porque cuanto más tiempo la
enfermedad permanece sin ser tratada, más compleja puede llegar a ser. En casos
extremos, algunos niños requieren tubos de alimentación.
Podemos encontrar más información acerca de este tema en el siguiente documento:
Trastornos de la alimentación en la infancia