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domingo, 28 de octubre de 2012

Adiós al mito del "gordo feliz"

Según una investigación realizada en el Hospital Universitario Infantil Leonor de Madrid, en España, las personas obesas no son necesariamente felices. De hecho, los resultados afirman que el 31% de los pacientes con obesidad había presentado un trastornos de ansiedad asociado a la obesidad y que el 35% presentaba antecedentes de un trastorno depresivo. Otro dato llamativo, es que el 17% presentaba antecedentes de haber padecido un trastorno "clásico" de la alimentación, como son la anorexia nerviosa y la bulimia nerviosa; y algo más de un 10% evidenció haber padecido un trastorno en el control de impulsos.
Este informe también muestra una elevada prevalencia del trastorno por déficit de atención e hiperactividad entre los pacientes; un 20,4% tenía un TDAH. Además el 62% reconocieron hacer dietas de forma constante, un 15% habían intentado hacer dieta organizada más de 5 veces a lo largo de su vida, todos ellos, para lograr su objetivo fallido de bajar de peso.
Estos antecedentes han llevado a uno de cada dos pacientes a estar en tratamiento con psicofármacos.

No hay que olvidar que en la sociedad en la que vivimos hay demasiada discriminación en muchos aspectos, uno de ellos sobre este tema. ¿Cuántos niños se sentirán discriminados en sus colegios o institutos por tener el peso un poco más elevado de lo normal? Y no sólo en los colegios, en la vida cotidiana también lo podemos observar. La gordura y la obesidad están asociadas a la fealdad, asexualidad, indeseabilidad, falta de voluntad, ineptitud y holgazanería. Otra paradoja del estudio, es que en esa negativa percepción extendida de la gordura, influye la mayor conciencia de que es un problema de salud pública y de que acarrea costos. 




Un claro y actual ejemplo es el de la cantante británica Adele que acaba de dar a luz y ya ha recibido una ola de insultos y burlas por twitter: "Adele estaba embaraza, pensaba que sólo estaba gorda" o "¿Será gordo y minusválido? ¿Por qué no lo matas ya?" o "Fuentes no oficiales aseguran que el bebé podría llamarse McFlurry" han sido alguno de los tweets más crueles.



martes, 23 de octubre de 2012

Trastornos alimenticios en la infancia





En la sociedad de hoy en día estamos viendo niños cada vez mas pequeños afectados por los desordenes alimenticios. La exigencia en los alimentos es normal en los niños, pero un trastorno de alimentación infantil es un problema mucho más grave que puede afectar el desarrollo físico y mental de un niño, según dicen los expertos.
Se estima que el 40% de los niños de nueve años ya han hecho dieta y niños de cuatro y cinco años están expresando la necesidad de hacerla. Los trastornos alimenticios son más peligrosos en los niños que en adolescentes y adultos, ya que pueden impedir el crecimiento permanente y el proceso del desarrollo normal
Los niños con un trastorno de alimentación infantil pueden consumir sólo tres o cuatro tipos de alimentos y rechazar grupos enteros de alimentos, lo que significa que no reciben suficientes calorías y nutrientes para el crecimiento y desarrollo saludables.
Algunos niños con trastornos de alimentación pediátricos tienen aversión a ciertas texturas y colores, mientras que otros niños tienen dificultad para alimentarse por sí mismos debido a un problema médico, psicológico o de desarrollo.
Las investigaciones sugieren que hasta un 10% de los lactantes y los niños tiene un trastorno de la alimentación infantil.

Los síntomas comunes de un trastorno de la alimentación infantil son los siguientes:
-          Un cambio repentino en los hábitos alimenticios que duran más de 30 días.
-          Ahogo o tos durante las comidas.
-          Fatiga inexplicable y pérdida de energía.
-          Un comportamiento perturbador durante las comidas.
-          Retraso en el desarrollo de habilidades necesarias para la auto-alimentación o consumir más texturas.
El diagnóstico precoz y el tratamiento de los trastornos de alimentación pediátricos son cruciales porque cuanto más tiempo la enfermedad permanece sin ser tratada, más compleja puede llegar a ser. En casos extremos, algunos niños requieren tubos de alimentación.

Podemos encontrar más información acerca de este tema en el siguiente documento:
Trastornos de la alimentación en la infancia