domingo, 18 de noviembre de 2012

Mitos y deporte

En esta entrada, desarrollaremos dos temas diferentes: algunos de los mitos sobre los trastornos de la alimentación y dichos trastornos en relación con el deporte.

MITOS SOBRE LOS TRASTORNOS ALIMENTICIOS

  1.  "Los anoréxicos no comen porque no tienen hambre". La realidad es que una persona con anorexia se priva de alimentos, cuando en realidad puede sentirse muy hambriento. Las víctima a menudo utilizan la anorexia como una forma de controlar sus vidas.
  2. "Los trastornos alimenticios sólo afectan a las niñas y mujeres jóvenes". Aunque las estadísticas muestran que la angustia abrumadora afecta a las mujeres jóvenes, se cree que las cifras subestiman el número de hombres que padecen estos trastornos. Trastornos alimenticios en los hombres
  3. "Si un ser querido tiene un trastorno alimenticios, la mejor manera de abordar el problema es asegurarse de que recibe tres comidas al día". En realidad, tratar de persuadir a alguien, ya sea para poner en (o perder) peso, a menudo hace que la situación empeore en lugar de mejorar. Hay que tratar de entender que tiene que ser una decisión de ellos cambiar y no es algo que se hace por arte de magia. Hay que alentar a la persona a buscar ayuda profesional, tal vez sugiriendo ir con ellos si están preocupados.
  4. "Puedes notar que alguien tiene algún desorden alimenticios porque se ve muy delgada". El signo más evidente es que la persona está perdiendo peso, pero también se puede notar que se ejercitan en exceso o están constantemente diciendo que están gordos. Otros trastornos de alimentación como la bulimia y los atracones, tienen síntomas menos evidentes
TRASTORNOS ALIMENTICIOS Y DEPORTE

Los desórdenes alimenticios han ocurrido en la sociedad durante miles de años. Sin embargo, la incidencia de éstos ha alcanzado niveles preocupantes en los países industrializados, y estos valores continúan en aumento. Últimamente han saltado algunas alarmas debido al aumento de anorexia entre deportista jóvenes.
Dentro de las variables que inciden en el desarrollo de un trastornos alimentario podemos encontrar:
  • Presiones adicionales del deporte (establecimiento de categorías por peso, especialidades que un menos peso implica una mejora en el rendimiento, exigencias del entrenador en cuanto al peso...) llevan al establecimiento de dietas en ocasiones muy restrictivas en cuanto a niveles calóricos.
  • Alta probabilidad de experiencias negativas en cuanto a resultados de competiciones; esto puede derivar en dificultades en el control de la ansiedad y afectar al estado anímico del deportista.
  • Existencia de disciplinas que hacen aceptable indirectamente conductas anoréxicas (atletismo de fondo, gimnasia rítmica...)
Es muy importante de cara a prevenir la anorexia en el deporte, ser todos muy conscientes de aquellos aspectos que pueden originar este trastorno. Conductas de los padres y entrenadores excesivamente orientadas al éxito, presión por ganar y exigencia excesiva pueden acabar siendo muy determinantes en el desarrollo de la enfermedad.
Una adecuada educación de los padres y entrenadores en la detección y prevención de los primeros síntomas de aparición de una anorexia puede ayudar a impedir el desarrollo de esta peligrosa enfermedad.



     
   



sábado, 17 de noviembre de 2012

Menos obesidad en niños si cocina la madre.


La Universidad de Granada ha hecho un estudio sobre los hábitos a la hora de alimentarse en niños, descubriendo que aquellos que lo hacen de menús elaborados por sus madres, padecen menos obesidad que los que comen menús preparados por otra persona.

La UGR, en un comunicado, nos dice que, al parecer, no hay nadie mejor que la madre para saber qué le conviene al niño, ya que la madre suele ser la que mejor conoce las necesidades alimentarias de sus hijos y es la mejor preparada para la elaboración y el mantenimiento de una óptima alimentación familiar.

Los investigadores han trabajado con una muestra de 718 menores de entre 9 y 17 años de tres centros escolares, privados y públicos, de su provincia.

Se valoraron variables como el peso, la talla y el índice de masa corporal (IMC) según edad y sexo. Además de ello se valoraron los pliegues cutáneos tricipital, bicipital, subescapular, suprailíaco, el pliegue del muslo y el de la pantorrilla. Además, se midieron los cuatro perímetros corporales correspondientes a la cintura, cadera, brazo y muslo.

La otra parte de medición consistía en analizar cómo influía el entorno familiar, para lo cual utilizaron un cuestionario en el que se recopilaba información sobre este, la frecuencia de consumo de ciertos alimentos y la actividad física realizada.

Las conclusiones revelan que existe una relación entre practicar un ocio sedentario y un valor más alto de IMC, ya que a mayor número de horas de actividades como ver la televisión, jugar a videojuegos o navegar por Internet, aumentaba exponencialmente.

Por tanto, los científicos extraen de estos datos que existe la necesidad de fomentar una vida saludable entre las familias, sin olvidar el ejercicio físico a través de otros juegos más clásicos

"Mi cuerpo, mi enemigo"

En esta nueva entrada os pondré una serie de vídeos  que relatan tal y como es la vida de una serie de chicas internas en una especie de hospital, a las cuales se les está tratando de su enfermedad, es decir, todas ellas sufren un trastornos alimenticio, la anorexia o la bulimia. 

Os pongo estos vídeos porque pienso que una imagen vale más que mil palabras, y en este caso, son varias imágenes. 


Adicciones del siglo XXI

Los dos trastornos por excelencia son la anorexia y la bulimia, son los más extendidos y a los que se les ha prestado más atención. Sin embargo, vemos cómo se han ido desarrollando nuevos trastornos alimenticios alrededor de éstos y que, tienen perjuicios evidentes en la salud física y mental de quienes los sufren y en su vida en general.
Estos trastornos alimenticios pueden conseguir convertir en un hábito negativo algo que se tiene, para muchos, como un placer. Eso es exactamente lo que ocurre con el chocolate y su trastorno alimenticio derivado, la CHOCOLEXIA.
Como bien indica el nombre, la chocolexia es la obsesión por el chocolate y la necesidad de comerlo todos los días en cantidades excesivas. Este trastorno todavía está en estudio por parte de los expertos que dudan si considerarlo como adicción o no.
Lo cierto es que si el chocolate, especialmente el puro, consumido en pequeñas dosis es una excelente fuente de antioxidantes y sustancias relajantes, consumido en exceso puede afectar seriamente a nuestra línea y a nuestra salud mental.

Otro de estos nuevos trastornos el el conocido como "SWEET TOOTH" la obsesión por los dulces. Se investiga si es un factor hormonal que disminuiría la serotonina y produciría cambios en las papilas, en mayores de 45 años.




La "ESTETICAHOLIC" es la obsesión por la cirugía estética, que es usada en muchos casos en personas que padecen enfermedades como la obesidad.

Capacidad terapéutica de los perros

Como todos sabemos, en los animales podemos encontrar una vía de escape a nuestros problemas, un apoyo, una ayuda.
En esta entrada hablaremos sobre el poder/capacidad terapéutica de los perros.

En la página web del ya nombrado en otras entradas Institut de trastorns alimentaris (Para más información: Institut de trastorns alimentaris ITA), encontramos este apartado, y es que en el caso de las personas con trastornos alimentarios, o de conducta, se pueden utilizar a perros como medida terapéutica para combatir las distintas enfermedades que padecen. 

Ayuda mutua entre animales y personas

Esta actividad trata de que una vez a la semana, durante un tiempo determinado, los niños que sufren algún tipo de trastorno, puedan integrarse y ayudar a adiestrar a estos perros. 
Desde aquí creemos que es una medida más que positiva, por varias razones:


  • - Los niños que padecen estas enfermedades, se distraen, y por un momento piensan en otra cosa que no es la comida, ni los problemas que puedan estar enlazados con esta. 
  • - Se sienten útiles en la sociedad, ya que están ayudando al adiestramiento de los perros.
  • - Creación de vínculos entre ambos.


Como conclusión decimos que es una ayuda mutua, entre animales y personas que verdaderamente la necesitan, ya que como se puso antes, se crean vínculos de confianza, ayuda y superación entre ambos. 

Información sobre las DIETAS

En esta entrada os daremos algunos datos sobre las dietas:
-Los errores más frecuentes que se cometen cuando haces una dieta.


Comenzaremos hablando sobre los 5 errores más frecuentes que comete la gente que hace dieta, pero antes de esto, decir que si alguien está pensando en hacer dieta, lo primero que debería hacer es recurrir a un nutricionista para que este vea el estado de su cuerpo, y su alimentación, para que le haga una dieta   que concuerde con su estilo de vida, y su salud, ya que si no es así, la persona no podrá controlar la dieta, y por lo tanto, esta fracasará sin duda.
Lo importante del asunto no es solo que la dieta fracase, sino que pueda afectar a la salud del individuo, cuando si principal objetivo es todo lo contrario. La gente suele tener paradigmas erróneos sobre la alimentación sana, y esto puede hacer que caigan en enfermedades como los trastornos alimenticios.

Los errores que se suelen cometer son:



- Eliminar drásticamente los hidratos de carbono, tales como pan, cereales, etc., pensando que engordan.
- Saltarse alguna comida, o varias.
- Hacer ayuno un día o más a la semana.
- Limitar las comidas a fruta o ensaladas (dejando de aportarle al cuerpo el resto de todos los nutrientes necesarios para la supervivencia sana del cuerpo).
- Dejar de consumir aceite de oliva o de semillas, necesarios para el aporte de ácidos grasos esenciales.

- Realizar cambios bruscos en la alimentación ("Mañana empiezo la dieta, pero ahora me voy a comer unos pastelitos").
- Querer adelgazar muchos kilos en poco tiempo, sin pensar en las consecuencias que puede tener a largo plazo.
- Confiar en los productos de régimen.




La diabesidad


Consiste en padecer a la vez diabetes de tipo 2 y obesidad. Se desarrolla cada vez más en todas las edades y su dificultad consiste en que los tratamientos no están consiguiendo los resultados esperados. Se hizo un estudio que fue publicado en The New England Journal of Medicine, en el cual, casi la mitad de los 699 adolescentes analizados no respondió al tratamiento.
Controlar la diabetes es fundamental, puesto que puede acarrear enfermedades del corazón, problemas en la vista y hasta imputaciones o insuficiencia renal. A mayor tiempo de sufrir la enfermedad, mayor riesgo de padecer estas consecuencias, por lo que es importante actuar (sobre todo en niños). En España se calcula que son casi 30000 chicos y chicas menores de 15 años que sufren diabetes.
Su elevada cifra se debe a los problemas de la obesidad infantil, mayor en los últimos años. Una alimentación deficiente, con déficit de frutas y verduras o pescado, y en la que los hidratos de carbono y grasas ocupan gran parte de la dieta, son los responsables.
Esto ha llevado a que se siga en niños el mismo tratamiento que en adultos. Pero al parecer los rápidos cambios hormonales de la pubertad actúan en contra del efecto de este tipo de tratamiento.
Del estudio, que duró 4 años, las conclusiones de los investigadores del Treatment Options for Type 2 Diabetes in Adolescents and Youth Study Group (Today), autores del estudio, revelan que el tratamiento ha perdido efecto en más o menos la mitad de los jóvenes estudiados.
Se sometieron a tratamientos con metformina y rosiglitazona y un programa intensivo de dieta, ejercicio y pérdida de peso. Los resultados fueron negativos en todos los casos y no sirvieron para controlar la cantidad de azúcar en sangre.
«Los resultados de este estudio muestran que sería bueno comenzar con un tratamiento más agresivo en jóvenes con diabetes tipo 2», explica Philip Zeitler. «Estamos aprendiendo que la diabetes tipo 2 es una enfermedad más agresiva en los jóvenes que en los adultos y que progresa más rápidamente».
Tampoco el cambio del estilo de vida ha sido la solución, añaden. De este modo, parece que la mejor solución es la prevención, con una buena alimentación y una dieta equilibrada.

Trastorno dismórfico corporal

En esta entrada hablaremos de un trastorno que tiene mucho que ver con los trastornos alimenticios, concretamente con el síndrome del comedor compulsivo, anorexia nerviosa o la bulimia; de los cuales ya hemos hablado en entradas anteriores), ya que es un trastorno el cual se forma a partir de los anteriormente nombrados (los trastornos alimenticios). Es decir, este síndrome tiene como comorbilidad asociada a los trastornos alimenticios antes mencionados.



El trastornos dismórfico corporal ( también llamado y conocido por dismorfofobia) es un tipo de trastorno que consiste en que la persona que lo sufre, tiene una gran preocupación por algún defecto percibido en sus características físicas, es decir, en su cuerpo. Este defecto puede ser real (normalmente un defecto leve, pero la persona vive obsesionada con el), o también puede ser creado por la imaginación de la persona que lo sufre. 

Excesiva preocupación por la imagen corporal
La preocupación por este defecto, ya sea imaginario o real, se va incrementando poco a poco, hasta el punto de terminar siendo excesiva.

Las personas que sufren este trastorno afirman que desearían cambiar o mejorar ese defecto del que se avergüenzan, aunque en general, suelen tener una apariencia normal, o hasta ser altamente atractivos.

Esta preocupación causa un malestar psicológico que hace que la sociabilidad de la persona decaiga bruscamente, y por lo tanto, pueda terminar causándole a la persona problemas como trastornos de ansiedad, depresiones profundas, o de lo que tratamos en este blog, que son los trastornos alimenticios, ya que si ese defecto es tener unos "kilos" de más, esto hará que la persona haga dietas no saludables, o simplemente deje de comer.



Medios de comunicación y trastornos alimenticios

Todos creemos que es difícil que hoy en día y en una sociedad como la nuestra, los medios de comunicación y los mitos que en ellos se crean, puedan fomentar en las personas enfermedades y trastornos, desde los propios trastornos alimenticios, como depresiones, baja autoestima, etc. 

Como se dijo en entradas anteriores, los más afectados son los jóvenes, tanto hombres como mujeres, ya que se encuentran en una época de desarrollo de su personalidad, y por lo tanto son maleables. 

En los medios de comunicación siempre hay una propaganda comercial, y esta tiene por objetivo intentar convencer a cada uno de los consumidores del producto que quieren vender, diciéndonos como tenemos que actuar con estos objetos, y hasta con nosotros mismos, pudiéndonos causar como se demuestra en la gran mayoría de los casos, enfermedades. 

Si todo esto lo sumamos a que existen personas que sufren a parte, una baja autoestima, episodios de depresión etc., estos anuncios/propaganda comercial, aumentaría dicho problema. 

Lo peor de todo es que todos estos trastornos alimenticios seguirán avanzando a medida que avanzan también las nuevas tecnologías. 

Por contrarresta, tenemos que decir que no todo es blanco o negro, es decir, que no todos los anuncios de televisión o de los medios de comunicación en sí son todos perjudiciales para nuestra salud y la de nuestros familiares y amigos; sino que también existe muchos anuncios que nos muestran la vida tal y como es, y nos hacen reflexionar sobre nuestra situación, y sobre la de muchas personas que están peores que nosotros (esto sucede en todos los temas posibles que podamos encontrar, pero en este caso nos referimos a aquellas personas que sufren unos trastornos alimenticios severos, y que están luchando contra ellos para que no acaben con sus vidas). 

Los logotipos de cadenas de comida rápida en la infancia

Los logotipos de los restaurantes de comida rápida como McDonalds o KFC se quedan en la zona del cerebro infantil vinculadas a la motivación en mayor medida que otras marcas, según un estudio realizado con imágenes obtenidas mediante resonancia magnética que acaba de publicar la revista Social Cognitive and Affective Neuroscience. Los autores, dirigidos por Amanda Bruce, de la Universidad de Missouri-Kansas (EE UU), nos dicen que el área afectada es en la corteza cingulada posterior, y mucho más que cualquier otra marca.
Esta región del cerebro está asociada con el placer, la motivación y con el autocontrol, así como en nuestras capacidades visuales-espaciales.



A esto se suma que en el experimento los científicos también observaron que al ver las marcas de alimentos las caras de los críos se iluminaron y su tono de voz cambiaba. Esto todo nos revela que los niños son más vulnerables a ciertas acciones de marketing, especialmente en marcas de comidas y bebidas vinculadas al bienestar y la felicidad, y que esta activación cerebral desde edades tempranas los limita a la hora de hacer elecciones saludables respecto a la alimentación cuando los chavales alcanzan la adolescencia, e incluso como adultos.

Fertilidad y trastornos alimentarios


SOBREPESO Y OBESIDAD

Subir y o bajar de peso puede producir una alteración de la ovulación o de la producción de espermatozoides, por eso, cada vez se da más importancia a estar bien nutrido, al peso ideal y a la actividad física.
Hay muchos trastornos alimentarios menores que pueden llevar a una infertilidad porque se altera la armonía interna que es la que va a facilitar la producción del óvulo en la mujer y los espermatozoides en el hombre. En algunas ocasiones, al solucionarse esta alteración puede lograrse el embarazo.
La mayoría de las veces, el exceso de peso se debe a una vida sedentaria y a una mala alimentación. Sin embargo, en todos los casos seguir una dieta y realizar actividad física es indispensable.

La fertilidad se ve afectada por la obesidad porque ésta genera:

  • Ciclos menstruales irregulares o infrecuentes, o ciclos menstruales regulares con alteraciones en la     calidad del óvulo
  • Aumento en la tasa de infertilidad
  • Riesgo durante la cirugía reproductiva
  • Aumento en el riesgo de aborto esponáneo
  • Menor éxito con los tratamientos de fertilidad.
Con la obesidad, en las mujeres pueden aparecer alteraciones que provocan falta de ovulación u óvulos deficientes y en el ciclo menstrual. Asimismo, la sexualidad puede encontrarse disminuida.

Por otro lado, es probable que existan complicaciones en el embarazo:

  • Riesgo aumentado de hipertensión
  • Riesgo aumentado de diabetes de embarazo
  • Riesgo de malformaciones del recién nacido
  • Riesgo de neonatos de peso aumentado
  • Riesgo de parto por cesárea

BAJO PESO


La pérdida abrupta de peso también puede producir alteraciones en la fertilidad. La amenorrea, es decir la falta de menstruación, es una expresión que acompaña el cuadro instalado de anorexia. Al comienzo, la mujer puede tener ciclos menstruales normales pero los desarreglos en la menstruación marcan la gravedad de la enfermedad que está repercutiendo en otras áreas. Todo esto genera desajustes a nivel del sistema nervioso central, que va a provocar problemas en ese mecanismo e relojería que debe funcionar para lograr la ovulación.
Cuando se presenta la amenorrea hay que estimular los ovarios con hormonas para tratar que ovulen.
Si una mujer con anorexia logra quedarse embarazada, por su delicadeza y fragilidad, puede tener complicaciones severas.
Aún si se logra el embarazo sin haber solucionado el trastorno alimentario, las dificultades del bajo peso pueden ser graves: retardo de crecimiento del bebé, abortos, muertes fetales intraútero, complicaciones para la madre, y hasta la muerte, ya que el embarazo es siempre una sobrecarga para el cuerpo.


Lee las etiquetas de los alimentos



Según un equipo internacional de científicos liderado por la Universidad de Santiago de Compostela, en el que colaboraron las universidades de Tennessee, Arkansas (Estados Unidos) y el Instituto de Investigación de Economía Agrícola de Noruega, leer el etiquetado de los alimentos ayuda a la prevención de la obesidad, sobre todo en mujeres. El estudio, elaborado con datos de Estados Unidos, revela que las mujeres que consultan esta información pesan 4 kilos menos.

Los datos proceden de la encuesta anual National Health Interview Survey (NHIS), que recoge el Centro Americano para el Control y Prevención de Enfermedades (CDC por sus siglas en inglés).

Esto ha permitido obtener datos de 25.640 personas con información sobre indicadores de salud, hábitos de consumo y de compra. Aquí se incluyó la información relativa a la lectura de la información nutricional de alimentos en supermercados y la frecuencia en la que lo realizaban.

"Primero analizamos cuál es el perfil de las personas que leen el etiquetado nutricional en el momento de la compra de alimentos y, posteriormente, su relación con el peso de los individuos", explica María Loureiro, autora principal del estudio que publica la revista Agricultural Economics.

Así, el IMC de las consumidoras que leen estas etiquetas es 1,49 puntos menor que el de las que no lo hacen nunca. Esto supone una reducción de peso de 3,91 kg para una mujer estadounidense con 1,62 cm de altura y 74 kg de peso.

La deincronía circadiana

En el mundo moderno el reloj biológico humano no da permanecido en sintonía con el ciclo rotacional de la Tierra por la exposición a la luz artificial y los irregulares horarios de comidas, trabajo y sueño propios del mundo. A este desequilibrio entre los ritmos naturales del organismo y el entorno los científicos lo han denominado «desincronía circadiana».

Según Cathy Wyse, de la Universidad de Aberdeen (Reino Unido), es uno de los motivos del incremento de la población obesa.

Los ritmos diarios o “circadianos” incluyen el ciclo de sueño y vigilia, así como ritmos en la liberación de hormonas que son controladas por el reloj molecular presente en cada célula del cuerpo humano. Este reloj humano tiene su propio diseño, su propio ritmo de casi exactamente 24 horas y que nos permite permanecer finamente ajustados al ciclo diario generado por la rotación de la Tierra.
Este ciclo natural se interrumpe por la exposición a ciclos de luz artificial, comidas a destiempo, horarios de trabajo y sueño irregulares.
“La luz eléctrica permitió a los humanos alejarse de la sincronización antigua entre el ritmo del reloj humano y el medio ambiente, y durante el último siglo los ritmos en comida, sueño y trabajo han desaparecido de nuestras vidas”, indicó Wyse. “El reloj humano batalla para permanecer ajustado con nuestro altamente irregular estilo de vida, y considero que esto ocasiona problemas metabólicos y de salud, así como nos hace proclives a la obesidad”.
El Dr. Wyse considera que esta desincronía circadiana afecta la salud humana por la interrupción de los sistemas cerebrales que regulan el metabolismo, lo que nos lleva al desarrollo de obesidad y diabetes.

Para más información:
¿Qué es el ritmo circadiano?

Los nacidos en primavera tienen más posibilidades de sufrir anorexia


La anorexia nerviosa es más frecuente entre los individuos que nacen en primavera, concretamente entre marzo y junio, según nos informa la revista British Journal of Psychiatry. Lahiru Handunnetthi y sus compañeros del Centro de Genética Humana de la Universidad de Oxford publicaron un artículo en el que llegaban a esa conclusión tras comparar los datos de cerca de 1300 pacientes con los de la población general. “La predisposición a sufrir anorexia está condicionada por la estación del año en que nace una persona, siendo más alta en aquellos nacidos en primavera y más baja para los nacidos en otoño”, nos explica. Según los investigadores, estudios previos sugerían que la prevalencia de enfermedades mentales como la esquizofrenia o el trastorno bipolar es mayor entre los nacidos en la "estación de las flores", por lo que no parece sorprendente que con la anorexia también pase lo mismo.



El investigador sugiere que habría que identificar qué factores influyen en la predisposición a la enfermedad. Posiblemente sean la exposición al sol o a infecciones durante el embarazo, a la alimentación, o a los niveles de vitamina D de la madre mientras se desarrolla el feto.

Consejos para evitar la obesidad



  • Aléjate del estrés

Según se desprende de un estudio británico publicado en la revista Economics and Human Biology, el estrés que supone la inseguridad económica hace que las personas que viven en países que tienen el denominado "libre mercado" sean más propensas a volverse obesas.


  • Antibióticos con moderación

De esto ya hablé anteriormente. Han demostrado que la exposición a antibióticos durante la infancia altera la composición y el funcionamiento de las bacterias del tracto digestivo, fundamentalmente del estómago, con un impacto sobre el metabolismo que puede predisponer a la obesidad.


  • Evita los refrescos

De esto se habló ya anteriormente también. Según indica un estudio que se publica en la revista New England Journal of Medicine, las personas que beben refrescos regularmente tienen más posibilidades de padecer obesidad y de tener un Índice de Masa Corporal (IMC) elevado.


  • Baja la calefacción

De acuerdo con un estudio publicado en la revista Obesity Reviews, abusar de la calefacción en el invierno podría estar contribuyendo al aumento de la obesidad en Reino Unido, Estados Unidos y otros países desarrollados.Según los autores, del University College de Londres, reducir la exposición al frío reduce la necesidad de consumir energía para permanecer calientes y reduce la capacidad del cuerpo para producir calor.


  • Nueces, ciruelas y nectarinas

Investigadores de la Universidad de Barcelona y la Universidad Rovira i Virgili demostraron que comer nueces aumenta los niveles de serotonina, una sustancia que reduce la sensación de hambre, mejora el estado de ánimo y reduce la obesidad abdominal. Por otro lado, según un estudio realizado por Luis Cisneros–Zevallos, investigador de la Universidad de Texas (EE UU), los compuestos fenólicos de los melocotones y las ciruelas tienen efectos antiobesidad, inflamación y diabetes en diferentes células del cuerpo.


  • Menos televisión

Según un estudio que publica la revista Archives of Internal Medicine, sentarse frente a la televisión más de cinco horas al día potencia el sobrepeso.

El cuestionario SCOFF

Este cuestionario se realizó para poder diagnosticar mejor la existencia de un trastorno alimentario como la anorexia o la bulimia. Consta de cinco preguntas que tratan los principales temas asociados a una persona con estos trastornos. Su nombre, SCOFF es el acrónimo que resulta al unir las palabras en inglés de cada una de las preguntas (Sick Control On Fast Food).

Estas preguntas, en inglés, son las siguientes:



  • Do you make yourself Sick because you feel uncomfortably full?
  • Do you worry you have lost Control over how much you eat?
  • Have you recently lost more than One stone in a 3 month period?
  • Do you believe yourself to be Fat when others say you are too thin?
  • Would you say that Food dominates your life?

Estas, al traducirse, pueden tener diferentes interpretaciones, aunque aproximadamente sería algo así:
  • ¿Usted se provoca el vómito porque se siente muy lleno/a?
  • ¿Le preocupa que haya perdido el control sobre la cantidad de comida que ingiere?
  • ¿Ha perdido recientemente más de 7 kilos en un período de tres meses?
  • ¿Cree que está gordo/a aunque los demás digan que está demasiado delgado/a?
  • ¿Usted diría que la comida domina su vida?

Cada respuesta afirmativa vale un punto, y si el resultado de la entrevista es igual o superior a 2, sugiere que la persona padece una anorexia o bulimia nerviosa.

viernes, 16 de noviembre de 2012

Tipos de anorexia

De acuerdo con "El manual diagnóstico y estadístico de las enfermedades mentales", que define la anorexia como una enfermedad mental, se establecen dos tipos de anorexia:


- La anorexia de tipo restrictivo

Este tipo de anorexia se caracteriza porque el adelgazamiento excesivo se produce debido a una ingesta calórica muy pequeña. La persona que sufre este trastorno elimina de su dieta grasas y carbohidratos.




- La anorexia de tipo compulsivo-purgativo

En este tipo de anorexia la persona recurre a los atracones o a las purgas. En este último caso, los afectados se provocan el vómito tras las comidas, o usa laxantes, diuréticos o enemas para eliminar la comida del cuerpo. Se diferencia de la bulimia en que el peso corporal se mantiene por debajo del nivel normal mínimo adecuado a la edad y a la talla del afectado.

Actrices eligen sus curvas y no adelgazar

La historia es tan antigua como el mismo Hollywood. Una aspirante a estrella que para acariciar la fama debe entregar unos cuantos kilos como tributo. Un rito de paso que al parecer pierde vigencia entre las nuevas generaciones de actrices.La última en dejar claro que no quiere saber nada de la delgadez extrema es la actriz Mila Kunis, que ha recuperado los 11 kilos que había perdido para dar vida a una bailarina de ballet en Cisne Negro.


Otro caso es el de la protagonista de Los Juegos del Hambre, Jennifer Lawrence que ha declarado para una revista que "en Hollywood soy obesa, se me considera una actriz gorda" y advierte que no está dispuesta a perder peso por exigencias de un guión, entre sus razones, para dar buen ejemplo a las menores.

Otra famosa que últimamente ha abordado el tema es la británica Ramola Garai. "Mi peso era un gran problema cuando empecé. Era y sigo siendo una muy normal talla 38, pero no se consideraba aceptable. En parte es porque la moda, el cine y la televisión dependen unos de otros. Cada vez más actrices protagonizan campañas publicitarias y no hay distinción entre ellas y las modelos. Ninguna firma te prestará un vestido de la 38 para la alfombra roja porque la talla de muestra es una 36 tirando a muy pequeña."
La negativa de estas intérpretes a mantener el convenido silencio sobre la obsesión por la delgadez en la industria aviva el debate sobre la representación del cuerpo femenino en los medios. Un tema complejo que polariza opiniones y alberga profundas contradicciones. Mientras en la alfombra roja se festejan curvas como las de Christina Hendricks (Mad Men), las revistas venden más que nunca cuando señalan la celulitis de famosas en biquini. Al mismo tiempo que se admiran las redondeces de la modelo de talla grande Crystal Renn, se mantiene el interés por cada nuevo método de adelgazamiento de moda o se condena a Lady Gaga por ganar peso inesperadamente.

Según la directora del Vogue británico, la clave está en "no elogiar ningún tipo extremo."

EL consumo de carne cruda.




La ingesta de carne cruda aumenta el riesgo de intoxicación alimentaria por la unión entre una cepa de E.coli y un ácido que absorbe el organismo a través de este alimento- -La carne cruda es uno de los alimentos que mayores controles requiere: los animales de los que procede, como vacas y corderos, sufren enfermedades que pueden trasmitirse a las personas. Entre las bacterias que vulneran su seguridad se encuentra Escherichia coli, una de las más comunes en el tubo digestivo de los animales de sangre caliente. Pese a que su presencia en el intestino de las personas ayuda a absorber los nutrientes, se han descrito algunas cepas con capacidad patogénica. Una de ellas es la que produce la toxina Shiga, a la que un estudio realizado por expertos de la Universidad de California atribuye capacidad para causar intoxicación alimentaria.
Aunque la mayoría de las cepas de E.coli son inocuas y su presencia es habitual tanto en el tracto intestinal de los animales como de las personas, no todas contribuyen de igual forma a la salud; algunas la ponen en peligro. Y en la mayoría de los casos el contacto con la bacteria se produce a través del consumo de carne cruda, una práctica que aumenta las posibilidades de sufrir una intoxicación alimentaria ya que, además de tratarse de un alimento que puede contaminarse con agentes patógenos para el ser humano, su ausencia de tratamiento deja abiertas las puertas a que estos sean ingeridos. Por el contrario, si se crean condiciones adecuadas, como una cocción o una fritura adecuadas, es posible eliminar los microorganismos de riesgo.
A estos peligros descritos hasta ahora se le añade uno nuevo, del que se acaba de hacer eco la revista "Nature". La nueva investigación parte de la toxina Shiga, una de las cepas de E.coli que se encuentra de forma frecuente en el intestino de animales bovinos sanos y otros animales de granja y que se asocia a casos esporádicos de diarrea o colitis hemorrágica. En condiciones normales, esta bacteria llega a la carne por contaminación con materia fecal durante el proceso de manipulación, lo que convierte a la carne picada en una de las de mayor riesgo por sus particularidades de procesamiento. El estudio californiano da cuenta ahora de la capacidad de esta toxina de "engancharse" a una molécula presente en la superficie de las células intestinales que llega al intestino humano a través de la ingesta de carne de ternera o cerdo. 
Si quieres saber más sobre este tema, puedes continuar leyendo pinchando aquí.

Factores de Vulnerabilidad

Existen ciertas características que pueden hacer más fácil que ciertas personas desarrollen problemas de la conducta alimentaria, pero muchos de estos factores de vulnerabilidad habrán sido también desarrollados durante su historia de vida. Por ejemplo, el que una persona sea impulsiva en términos generales se explica porque a lo largo de su vida, esa persona se ha movido principalmente por la búsqueda de la gratificación inmediata y no ha aprendido a aplazar los refuerzos o a tolerar las frustraciones. Podría ser que esa impulsividad se manifieste también en el terreno de la alimentación si para esta persona, la comida es un mecanismo de refuerzo importante. De igual manera, una persona que es muy controladora, (una variable que está bastante presente en personas con problemas de Anorexia) lo es probablemente por factores relacionados con su historia de aprendizaje (ha estado expuesta a otros modelos que se comportaban de manera controladora, ha descubierto que el sentir que las cosas están bajo control le reporta mucho bienestar y tranquilidad…) y esa necesidad de control puede haberse generalizado también al área de la comida, si la persona experimenta una forma muy gratificante de sentir control a través de los comportamientos restrictivos, por ejemplo.

De todos modos, variables como la impulsividad, el perfeccionismo, el control o la rigidez no explican por sí mismos que aparezcan problemas de alimentación, pues no todo el que tiene estas características manifiesta conductas problemáticas con la comida. Estos rasgos indican sólo tendencias generales de comportamiento que pueden ser relativamente frecuentes o características de una persona (“Rasgos de Personalidad”), pero de ninguna manera pueden situarse como causa de ningún problema o situarlos como explicación del mismo; del mismo modo que no se puede atribuir la causa a los circuitos neuronales o a los niveles de dopamina, pues éstos sólo son un correlato del comportamiento (algo que aparece precisamente porque ciertas conductas están presentes en el individuo, sean éstas problemáticas o no, aunque si son problemáticas, es normal pensar que el nivel de neurotransmisores o el grado de activación de algunos circuitos será diferente a lo que se da en personas que no muestran esos comportamientos problemáticos).

Adaptar a dieta a la estructura genética puede prevenir enfermedades cardiovasculares.


Adaptar la dieta a la estructura genética de cada persona puede prevenir enfermedades cardiovasculares en el futuro, tal y como ha expuesto la Fundación Española del Corazón (FEC) con motivo del valor que diversos estudios otorgan a la nutrigenómica de cara a los próximos años.

Esta ciencia, que estudia los efectos de los hábitos de nutrición y las dietas en relación al genoma de cada individuo "aparece como nueva alternativa en el campo de la prevención", explican los expertos. Esta está basada en el conocimiento más avanzado del genoma humano y en la accesibilidad de las técnicas de secuenciación.

Si se tiene éxito con ella en los próximos años se podrían prevenir enfermedades, como "la cardiovascular, el Alzheimer o algunos tipos de cáncer", indican. Y es que, en algunas de ellas, "podría servir como terapia", señalan.

LA OBESIDAD ES EL QUINTO FACTOR DE RIESGO DE MUERTE EN EL MUNDO

En la actualidad, ya existen métodos de prevención basados en evitar los factores de riesgo de estas enfermedades. Entre ellos, se encuentran el sobrepeso y la obesidad, que "son ya el quinto factor principal de riesgo de defunción en todo el mundo, con más de 2,8 millones de fallecimientos cada año", según la Organización Mundial de la Salud (OMS).

Ante ello, es importante "llevar una buena alimentación", según sostiene el presidente de la FEC, el doctor Leandro Plaza, que añade que "gran parte de los infartos podrían prevenirse siguiendo unos buenos hábitos alimenticios y con la práctica regular de ejercicio". Pero, a pesar de ello, "la realidad es que las enfermedades cardiovasculares son la primera causa de muerte en los países desarrollados y son las causantes del 31,2 por ciento de las defunciones que tienen lugar en España", explica.

Por otro lado, las investigaciones que se están realizando indican que la sociedad vive bajo continuas alteraciones ambientales que "influyen directamente en las mutaciones genéticas de cada individuo", subraya. A ello, también colabora "el permanente estrés diario y el desorden cronobiológico o circadiano", asegura.

Por ello, aparte de dar relevancia a la nutrigenómica como posible medio futuro de prevención, la Fundación Española del Corazón quiere trasladar a la sociedad la necesidad de tener un mejor estilo de vida que el actual en cuanto a la alimentación y el ejercicio físico.

Conducta Alimentaria y Circuitos cerebrales


 
La noticia trata sobre el descubrimiento de alteraciones en los circuitos dopaminérgicos de personas obesas y anoréxicas, los cuales han sido relacionados con los episodios de pérdida de control con la comida y otras conductas anómalas. Una persona con problemas relacionados con la comida, no se comporta así porque su cerebro se lo “ordene”, sino, más bien porque su cerebro es correlato de una serie de comportamientos que esa persona ha aprendido a realizar con la comida porque cumplen una función para ella: la restricción de alimentos puede buscar el objetivo de no engordar, y el comer de manera descontrolada puede perseguir calmar la ansiedad o reportarse un placer muy inmediato con ciertos alimentos. En un momento dado de su historia de vida, la persona habrá comprobado que ciertas conductas le ayudan a lograr un fin y las habrá ido incorporando a su repertorio, favoreciendo de esta manera que ocurran también cambios en su cerebro y que dichos cambios se pongan en marcha cuando se dan esas conductas.

Un problema de alimentación se empieza a desarrollar cuando estímulos como la comida, la gordura o la delgadez empiezan a verse en términos positivos o negativos (en función del caso). Si la delgadez se torna algo muy valorado por la persona y  la gordura se convierte en algo que genera mucha aversión y malestar, podría ser que la persona empiece a imponerse dietas y a realizar otras conductas encaminadas a lograr este fin (ej. Realizar mucho ejercicio). La intensidad y la frecuencia de estas conductas dependerá de muchas variables que influirán en el curso que tome el problema, y ahora sí, en este punto, rasgos como la impulsividad, el perfeccionismo o la rigidez, pueden ser variables que influyan en el desarrollo del problema y la intensidad que adquiera .
La noticia enlazada al comienzo de esta entrada, trata precisamente este tema que se acaba de exponer: En ella se dice que se han encontrado ciertas alteraciones en los circuitos de dopamina en los obesos y anoréxicos, y que ambos muestran comportamientos anómalos relacionados con la impulsividad, la toma de decisiones. Han encontrado además rasgos bastante frecuentes en la mayoría de los obesos y de los anoréxicos. En la línea de lo tratado, todas estas variables de personalidad y neurocognitivas no pueden identificarse como las causas del problema, sino más bien como variables que influyen y/o forman parte del problema, lo que no es lo mismo. Recordemos que ni todo impulsivo, ni todo perfeccionista, ni todo el que tiene dificultades para tomar decisiones, tiene un trastorno de la alimentación… lo que quiere decir, que hay algo más en la raíz de esos problemas.